El entorno normativo colombiano en materia de comercio exterior, nos permite afirmar que Colombia, a pesar tener altas y bajas como cualquier otro país en el mundo, se ha consolidado como un gran atractivo para los inversionistas extranjeros, gracias a un robusto marco legal y unas políticas transparentes.
A través de normas clave que conforman los regímenes aduanero y cambiario, el país ha optimizado los procesos necesarios en el comercio exterior, promoviendo la eficiencia logística y la seguridad jurídica para las operaciones internacionales.
En materia aduanera, el Decreto 1165 de 2019, “Por el cual se dictan disposiciones relativas al régimen de aduanas” y la Resolución 46 del mismo año, que reglamenta el Decreto 1165, normas que constituyen el eje central de la regulación aduanera colombiana.
En comparación con las legislaciones anteriores, evidentemente brindan una estructura integral que facilita las operaciones de comercio exterior, siendo un marco legal moderno y competitivo; mediante la incorporación de principios de facilitación del comercio y cooperación internacional alineando la legislación nacional con estándares de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y los compromisos derivados del Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC.
Esto permite a los inversionistas operar en un entorno compatible con las mejores prácticas globales, haciendo uso, además, de instrumentos que reducen trámites y tiempos logísticos.
Un claro ejemplo de lo anterior, es el hecho de que Colombia cuenta con mecanismos especializados que potencian la competitividad internacional de las empresas con vocación exportadora, como lo son:
- Zonas Francas: Áreas geográficas delimitadas donde las empresas pueden operar con beneficios tributarios, aduaneros y cambiarios. Ofrecen exención del IVA en compras nacionales, tarifas preferenciales en renta, y libertad para el manejo de divisas. Son ideales para manufactura, servicios globales, logística y BPO.
- Plan Vallejo: Instrumento que permite importar bienes con suspensión de tributos, siempre que estén destinados a la producción de bienes o servicios para exportación. Favorece la transformación productiva y la sofisticación de exportaciones.
- Comercializadoras Internacionales: Empresas que actúan como intermediarias en la venta de productos colombianos al exterior, facilitando la exportación para pequeñas y medianas empresas sin experiencia directa en mercados internacionales, a través de beneficios como exención de IVA en compras nacionales con fines de exportación.
Estos instrumentos permiten estructurar cadenas de suministro más eficientes con costos logísticos reducidos.

Por su parte, Colombia cuenta con un marco normativo cambiario que permite la libre inversión extranjera, garantizando repatriación de capitales, estabilidad financiera y acceso formalizado a divisas para operaciones de importación/exportación y demás necesarias en el comercio exterior.
El Banco de la República regula, a través de la Resolución 01 de 2018 y la Circular Reglamentaria Externa DCIP-83, la normalización de las operaciones de cambio, el uso del mecanismo de compensación en las cuentas bancarias y los instrumentos de pago internacionales, entre otros.
Que garantizan el acceso a mecanismos confiables de financiación y pago internacional, lo que permite llevar a cabo operaciones de largo plazo que, debidamente planificadas, no representen riesgos abruptos derivados de controles cambiarios o restricciones regulatorias nacionales ni internacionales.
Esto convierte a Colombia en una plataforma ideal para regionalizar operaciones desde un país con estabilidad y apertura financiera.
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A lo anterior se suma, como soporte de la afirmación que se hace en el título del presente artículo, el favorable contexto internacional: la Orden Ejecutiva emitida por el expresidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, el 2 de abril de 2025, estableció un arancel universal del 10% para todas las importaciones hacia EE. UU., con tasas adicionales aplicables a ciertos países.
Colombia no fue objeto de aumentos adicionales, lo cual preserva su competitividad en el acceso al mercado estadounidense y reafirma su posición como aliado comercial estratégico.
Este hecho adquiere especial relevancia para inversionistas con intereses en la región, pues operar desde Colombia ofrece ventajas arancelarias frente a países con tarifas más altas.
Además, indudablemente se fortalece la alianza bilateral entre EE. UU. y Colombia, consolidando al país como destino preferente para el nearshoring y la relocalización de negocios como los centros logísticos y de manufactura.
Así pues, Colombia, que además cuenta con múltiples acuerdos multilaterales vigentes que le permiten a las empresas en este país acceder a una amplia red de tratados de libre comercio, se consolida como un nodo logístico regional estratégico, con un régimen jurídico robusto y ventajas arancelarias que la posicionan como un destino ideal para establecer sedes operativas de negocios globales.
Las condiciones actuales ofrecen una oportunidad irrepetible para que empresarios extranjeros apuesten por Colombia como base para expandir sus operaciones en América Latina y el resto del mundo.
Invertir en Colombia no es solo una decisión financiera: es una estrategia de expansión respaldada por un entorno normativo confiable, condiciones comerciales ventajosas y una clara visión de integración internacional.
En Russell Bedford, contamos con un equipo experto en asesoría aduanera y cambiaria, listo para acompañar a su empresa en cada etapa de sus operaciones de comercio exterior.
Desde la optimización de procesos bajo el régimen aduanero colombiano, hasta la gestión eficiente de divisas y cumplimiento normativo cambiario, ofrecemos soluciones integrales que garantizan seguridad jurídica, reducción de costos logísticos y aprovechamiento de los beneficios fiscales disponibles.
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