El poder personifica muchos sentimientos del ser humano ya sean buenos o malos, para entender el poder se debe entender que hay muchas emociones involucradas, sin embargo, es importante recordar que el poder es potencialmente una fuente de energía, energía que se puede influenciar de una forma estratégica para alcanzar los objetivos en las organizaciones.
Ahora analicemos el poder en un sistema social, para ello es necesario tener en cuenta algunos puntos básicos como:
EL PODER ES UNA FUERZA POTENTE: Analizar cómo el poder propio influencia a otros iniciando sinergias.
PODER EN LAS RELACIONES SOCIALES: Tener en cuenta que el poder depende de la existencia de un entorno social, ya que el poder se mide por el impacto que se tiene sobre otros. “No hay un rey sin seguidores”, por ende, un componente fundamental del poder es una sociedad.
EL PODER ES UNA SITUACIÓN: El poder y su influencia dependerá de una situación o interés en específico, ya que no puede haber la misma potencia de poder, unas veces se ejercerá un poder más alto y otras veces no.
ELEMENTOS QUE COMPRENDEN UN SISTEMA SOCIAL: El poder depende de una sociedad en donde varios individuos influenciarán con su propio poder, en este punto se debe evaluar dónde se encuentran las redundancias y establecer las reglas de juego y las tácticas a utilizar.
Entendiendo que el poder depende de una sociedad y una situación en específico, ahora es importante que al interior de la organización se revisen los niveles de gobierno y poder que hay y cómo esto afecta a los individuos y a los objetivos trazados.
Ahora bien, es importante tener en cuenta que hay varios tipos de poder en una organización, como el poder personal, el que tiene cada individuo; este poder es un poder innato proveniente de los atributos y habilidades únicos de cada persona. En este aspecto salen a flote la sensibilidad, el ego y la flexibilidad. Estos serán en algunos casos puntos de choque, ya que se debe tener en cuenta que cada persona del equipo tiene unas creencias y comportamientos y al momento de ejercer algún tipo de poder afectarán la sensibilidad del otro. Por otra parte, como seres humanos, el ego es un factor crucial ya que resalta en todos los equipos de trabajo, pero en este punto también entra la flexibilidad de cada persona en adaptarse a los demás y a los estilos de trabajo, objetivos y metas. El resultado óptimo será la cooperación y confianza dentro de las personas del equipo.
Otro punto a considerar es el poder posicional, aquel que tiene cada persona dentro de la organización, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
POSICIÓN JERÁRQUICA: Determina los niveles de poder dentro de la organización.
MANEJO ESTRATÉGICO DE LOS RECURSOS: Quien tenga el poder sobre el manejo de los recursos, tendrá una posición estratégica dentro de la organización.
LEGITIMIDAD DEL PODER: Se da por derecho, por ejemplo, el fundador de una sociedad tiene poder legítimo sobre la mayoría de las personas de la organización.
Poder en contexto, como se expresó anteriormente el poder depende del contexto que se esté desarrollando en una situación en específico, sin embargo, se debe tener en cuenta:
IMPORTANCIA DE LA INFORMACIÓN Y CÓMO SE CANALIZA A TRAVÉS DE LA ORGANIZACIÓN: Las organizaciones deben evaluar cómo es el manejo de la información al interior de la misma, y como fluye a través de los niveles jerárquicos de la compañía. Es recomendable examinar la estructura de información y la responsabilidad por nivel.
CONOCER CÓMO EL SISTEMA DE COMPENSACIÓN AFECTA EL PODER INDIVIDUAL: Conocer el sistema de compensación y gobernanza significa comprender para qué se esforzará la gente y cuándo es más probable que se motive.
También es importante considerar la Cultura organizacional, ya que determina el sistema del entorno social y llegará a ordenar ciertas bases del poder, determinando qué es aceptable y deseable o por el contrario qué no lo es. La cultura de la organización determina la influencia que debe ejercer la gerencia y administración en los empleados. La cultura organizacional se ve afectada por el poder personal en donde muchas veces sobresalen criterios personales que chocan con la cultura de la organización.
Es deber de la cultura organizacional homogenizar los valores que quiere representar en los integrantes de la organización.
Para cualquier organización se deben tener en cuenta unos actores externos que no están bajo su control pero que si pueden llegar a afectarla, como lo son por ejemplo las políticas gubernamentales de turno o estar bajo foco público, creencias personales o cultos, posiciones económicas y políticas.
Ya se ha visto que el poder depende de muchos factores y que las organizaciones tienen una cultura y valores que quieren promover al interior, sin embargo, hay algunas veces factores internos que las afectan, así como factores externos.
Ahora se hablará de la influencia individual y las tácticas de influencia que se desarrollan. La influencia es la forma de ejercer poder y de acuerdo a las estrategias que se utilicen, se puede tener un poder de mayor o menor impacto.
Dependiendo del poder que se quiera ejercer y el objetivo que se tenga planeado, se debe preguntar ¿qué espera lograr con ello?, dependiendo de la respuesta que se quiera tener así mismo se debe plantear una estrategia o alternativas, habilidades, valores y objetivos personales y lo que logrará en otros:
Considerar sus propias alternativas y emplear la perspectiva para pensar en los demás, procurando una negociación; solo se debe tener influencia si se cree que los beneficios mejorarán en relación con sus alternativas. Un intento exitoso de influencia comienza ofreciendo una oportunidad. En este punto es crucial la imaginación.
Es deber de la cultura organizacional homogeneizar los valores
Recordar que se tendrá una serie de estrategias a utilizar, sin embargo, muchas de ellas no resultarán cómodas, para ello se deben usar tácticas que vayan en línea con los valores y con lo que se quiere alcanzar.
Después de haber elegido la mejor estrategia para alcanzar la meta, se pueden seleccionar las tácticas de influencia directa, indirecta o simbólica a usar. Sin embargo, se debe recordar que en las estructuras organizacionales es importante ser flexible.
TÁCTICA DE INFLUENCIA DIRECTA: llamada de uno a uno, son estrategias de iniciativa propia y de acción con el equipo que muchas veces suelen ser agotadoras.
TÁCTICA DE INFLUENCIA INDIRECTA: conocida como táctica de terceros, cuando no se tiene acceso directo al objetivo y se debe influenciar a un tercero que tiene acceso al objetivo. Para ello se deberán utilizar las estrategias directas en el tercero, con el fin de que éste a su vez llegue al objetivo trazado.
TÁCTICA DE INFLUENCIA SIMBÓ-LICA: en contacto con el equipo, sacará a flote la parte más humana, ya que tendrá que recurrir a creencias y valores, y como de una forma simbólica utilizarlos en su beneficio.
Por último, es importante hacer hincapié en que en las organizaciones se trabaja con seres humanos complejos, que tienen sentimientos y necesidades y que muchas veces no estarán de acuerdo con el punto de vista de la organización, para ello es necesario que los líderes de la misma tengan la flexibilidad de recibir comentarios y puedan alinear a las personas con los objetivos de la organización.
Juan Carlos Bedoya
Senior BPO
Russell Bedford RBG