La Sostenibilidad Empresarial es un tema que se discute a diario desde hace algunos años; sin embargo, no se trabaja de manera firme desde sus diversos frentes de acción en las organizaciones empresariales.
Según Garzón (2014), en su artículo Revisión sobre la Sostenibilidad Empresarial, se entiende por desarrollo sostenible el proceso que reconoce que:
“A largo plazo, el crecimiento económico, la cohesión social y la protección medioambiental deben avanzar en paralelo (…), teniendo en cuenta que esto implica el uso y consumo de los recursos, considerando que el consumo de los recursos no debe exceder su capacidad de regeneración”.
Es decir, se trata de disfrutar de los recursos de manera responsable sin comprometer el disfrute de estos para las generaciones futuras. Este enfoque permite abrazar el progreso mientras se conservan los recursos, considerando tanto las ventajas inmediatas como las a largo plazo para nuestro planeta y las personas que habitan en él.
¿Sostenibilidad Empresarial?
En el pasado, el objetivo empresarial estaba centrado únicamente en maximizar los ingresos y rendimientos económicos, a costa de todo tipo de explotación, tanto social como ambiental. Sin embargo, hoy estamos ante un cambio de paradigma que implica el retiro gradual de las industrias obsoletas que no consideran el uso equilibrado de los recursos.
De eso se trata la sostenibilidad empresarial: las empresas, como motores de desarrollo económico, tienen una gran responsabilidad con las comunidades donde están inmersas. Sus metas no se limitan solo a la creación de empleo y riqueza, sino que también abarcan la protección del medio ambiente y el desarrollo del entorno social que impactan.
Desde el punto de vista económico, una empresa es sostenible si logra ser efectiva y eficiente al mismo tiempo. Ser efectiva significa que debe entregar el producto prometido en el tiempo estipulado, a un precio justo, con la calidad especificada y el nivel de servicio adecuado. Por otro lado, ser eficiente implica optimizar el uso de sus activos, tales como mano de obra, materias primas, equipos y otros servicios.
Retos Empresariales Frente a la Sostenibilidad
El mundo está experimentando transformaciones sin precedentes a una velocidad extraordinaria, lo que presenta diversos desafíos para la humanidad y las organizaciones: pérdida de biodiversidad, crisis climáticas, escasez de recursos, mayor inestabilidad, escalada de conflictos y, sobre todo, desigualdad social extrema.
Ante esta realidad, es fundamental anticiparse a los cambios, comprender mejor el entorno externo cambiante, transformar los modelos de negocio hacia una creación de valor compartido y positivo. Esto permitirá ser menos vulnerables a estos retos y contribuir a la construcción de una masa crítica de organizaciones comprometidas con los principios de la economía circular.
Esto implica rediseñar y reevaluar modelos de negocio que incluyan a toda la cadena de valor y a los diferentes stakeholders.

El gran desafío radica en consolidar diversas estrategias basadas en la tecnología, donde la innovación juega un papel clave, mientras se evoluciona hacia métodos de recuperación de sistemas de capital natural. Los mercados actuales ya no solo valoran los resultados cuantitativos; ahora incorporan elementos encaminados a la sostenibilidad y al impacto social de las actividades empresariales.
Por lo tanto, es crucial considerar la sostenibilidad desde el diseño de productos y actividades, porque, aunque sus beneficios son a largo plazo, no se pueden ignorar los impactos y las acciones que trazan la ruta por la cual se transitará.
Las empresas son actores clave en la protección del medio ambiente. Según Lozano (2002), existe una conexión fuerte entre la actividad empresarial y el entorno natural. Si bien las empresas son responsables de la contaminación, también tienen la capacidad de reducir su impacto ambiental y proteger los recursos naturales, lo que les exige cambiar su comportamiento y cumplir con regulaciones ambientales.
Sin embargo, el interés empresarial en la sostenibilidad no es suficiente; es necesario trascender los objetivos utilitaristas y promover una mayor conciencia en los consumidores para que no solo elijan productos ecológicos, sino que también limiten su consumo y adopten un estilo de vida que fomente un desarrollo sostenible integral.
Esto debe abarcar aspectos sociales cruciales, como el respeto a las minorías y la conciencia social (Garzón, 2014).
En los resultados del Anuario de Sostenibilidad 2023, que recoge a las empresas de mejor desempeño en este rubro según el Índice de Sostenibilidad Dow Jones y la Evaluación de Sostenibilidad Corporativa, se evaluaron más de 9.400 empresas, de las cuales solo el 2.5% fueron colombianas.
Esto resalta la importancia de redoblar los esfuerzos en sostenibilidad en el país, ya que no se ha evidenciado un crecimiento exponencial en materia de sostenibilidad empresarial. Para ello, es fundamental adherirse a las Normas Internacionales de Sostenibilidad y Clima IFRS.
IFRS S1: Esta norma establece los criterios para que las compañías revelen información sobre sostenibilidad. El objetivo principal es identificar y divulgar cómo los riesgos sostenibles impactan la situación económica de las compañías. Estos deben ser revelados e incorporados en los estados financieros, contribuyendo a la toma de decisiones estratégicas.
IFRS S2: Su objetivo es revelar los riesgos climáticos. Las empresas deben emitir informes sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero o su huella de carbono y detallar su matriz de riesgos y oportunidades relacionados con el clima.
En conclusión, es vital enfocarse en los reportes ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), para que los stakeholders puedan evaluar mejor los efectos de los cambios climáticos en el rendimiento financiero, hacer comparaciones globales más fácilmente sin incurrir en costos desproporcionados y adaptar estos requerimientos a las capacidades y recursos de las compañías.
En Russell Bedford, ofrecemos servicios especializados de Consultoría en Sostenibilidad Empresarial, diseñados para ayudar a tu organización a integrar prácticas sostenibles en cada aspecto de su operación.
Nuestro enfoque abarca desde la evaluación de riesgos climáticos y ambientales hasta la implementación de estrategias de economía circular y cumplimiento normativo como las IFRS S1 y S2. Con nuestra experiencia, no solo optimizarás el uso de recursos, sino que también fortalecerás tu impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, asegurando un crecimiento sostenible y competitivo para el futuro.