El riesgo de simplemente no estar a la vanguardia del mercado es una de las constantes del ambiente empresarial actual. Los cambios constantes en el entorno, ya sean tecnológicos, ambientales, económicos o sociales son una situación cotidiana y el éxito está dado por la capacidad de interpretar y adaptarse a las nuevas situaciones.
Ante este escenario es imprescindible que las organizaciones cuenten con líderes que sean capaces de guiar a sus grupos hacia la innovación y practicas más eficientes para que se optimicen los recursos y se alcancen los objetivos de perdurabilidad y crecimiento.
Un líder efectivo es aquel que es capaz de motivar a los individuos y a su vez, responder a las necesidades de estos; es decir en palabras de Capra (2002) es quien se conoce y conoce a sus subordinados, y que además, posee habilidades como el auto control, automotivación, competencias sociales y empatía, es decir, personas que cuenten con una inteligencia emocional capaz de comprender las necesidades de los individuos y poder responder a estas de una manera asertiva y acorde a sus expectativas. Los líderes deben ser vinculantes y mantener una relación mucho más cercana de lo que se tenía en el pasado cuando las personas eran vistas como simples medios de producción.
Para lograr dicho desarrollo de las habilidades de los individuos, entre el líder y sus subordinados, es necesario como lo menciona Goleman (2009) que el líder desarrolle una inteligencia emocional de tal modo que este pueda relacionarse efectivamente consigo mismo y con los demás, es así como se despiertan los buenos sentimientos en los individuos y estos logran conectarse con los objetivos que se persiguen desde el liderazgo.
Barbosa (2012) menciona los conceptos de complejidad como una fuente de cambio del paradigma del liderazgo, más allá de un simple controlador, hacia los conceptos de adaptación y auto organización que tienen los grupos en la actualidad; es decir, en los últimos años, ha surgido una relación directa entre el liderazgo y la complejidad, en la que los líderes deben ser capaces de llevar a las organizaciones del borde del caos para desarrollar su máximo potencial, esto es, alejarlas de la burocratización y la rigidez del liderazgo basado en conceptos formales, para hacer grupos mucho más dinámicos y capaces de responder de una manera más asertiva a las condiciones del entorno, comprendiendo sus cambios con eficacia y respondiendo con propuestas que logren satisfacer sus necesidades.
El concepto de liderazgo en las organizaciones, necesario en la actualidad para responder a las características de los grupos de trabajo que se conforman en donde la mayoría de los individuos son personas con altísimas calidades humanas y académicas, es el de personas capaces de desarrollar una empatía y una inteligencia emocional que logre atraer y mantener la confianza y fidelidad del grupo, y eso sólo se logra cuando el líder se conoce a sí mismo, y lo más importante, conoce a las personas que integran el grupo del cual él es responsable.
En un mercado en el que prácticamente todos están en igualdad de condiciones, la autoridad formal ha perdido gran parte de su importancia, las personas estudian cada día más y más, y tienen mayor movilidad laboral que antes, por eso lo realmente importante en los líderes de hoy es lograr una empatía con los empleados y lograr crear dinámicas de grupo que permitan conservar los mejores elementos y que provean mayor valor a las empresas.
En general, la estructura de las organizaciones sigue siendo la misma: un líder y un grupo de empleados, lo que ha cambiado gradualmente es la forma de ejecutar el liderazgo; puesto que se ha entendido mejor el concepto de las personas y las relaciones que se generan entre éstas, como también la forma en que son más productivas. Sin embargo, dados los momentos y las condiciones del entorno todos los modelos han tenido validez y efectividad durante un tiempo específico.
Lo importante para ejercer un liderazgo efectivo en la actualidad es la capacidad de combinar tanto habilidades intelectuales, analíticas y de planificación (conceptuales-duras), con las habilidades emocionales y de conocimiento de las demás (blandas). La evolución de la visión del líder es solo el desarrollo de conceptos que permiten cada vez más añadir nuevas herramientas a una tarea indispensable para las organizaciones.
Juan Camilo Gaviría
Gerente BPO
Russell Bedford RBG